En octubre de 2017 iniciamos un gran reto que impactaría positivamente a los habitantes del Archipiélago de San Andrés y Providencia: la instalación de una de las plantas desalinizadoras más grandes que hemos montado.
Un proyecto acorde a los retos más importantes que tienen las naciones en el presente siglo, el cual consiste en combatir la escasez de agua potable, considerada como un recurso limitado, tanto en su cantidad como en su calidad. La cantidad de agua en el planeta es inmensa, sin embargo, únicamente 2,53% del total es dulce y el resto es salada. Por tal razón, en lugares donde hay escasez de agua potable, la instalación de una planta desalinizadora transforma considerablemente su situación.
¿Por qué es tan importante esta planta para el archipiélago?
Nuestro desafío consistía en instalar una planta desalinizadora con tecnología de ósmosis invertida y capacidad para tratar 25 litros de agua salada por segundo, cuyos beneficios fueron evidentes desde el primer momento, al llevar agua potable a lugares donde no la había, transformando así la vida de más de 23 mil personas en la isla.
La extensión marítima de todo el archipiélago, cerca de 350 mil kilómetros cuadrados, se estableció como fuente de agua para la planta, a través de la cual se pudo llevar el preciado líquido sin sal a los hogares isleños, por medio de un proceso de desalinización a partir de ósmosis inversa.
El Gobierno Nacional, con presencia del entonces presidente Juan Manuel Santos, entregó en 2018 el nuevo sistema de desalinización y línea de conducción, que facilitó el suministro de agua tratada en las comunidades de este sector con el fin de evitar emergencias por el desabastecimiento de agua en épocas de sequía.
Tecnoaguas siempre estuvo presente, desde la concepción hasta su puesta en marcha, acompañando la ejecución del proyecto y la instalación de la planta; una tarea compleja que requirió de nuestra conciencia para cumplir con los más estrictos controles de calidad, atendiendo a las más exigentes necesidades de nuestros clientes y de la comunidad en general.
Una evidencia de nuestra innovación tecnológica
Entre los motivos que se tuvieron en cuenta para elegir la tecnología de ósmosis inversa de Tecnoaguas para este proyecto, por encima de otros sistemas de desalación, se encuentran la calidad, la eficiencia, la mejora continua y la tecnología de las membranas que cada día se innova, además de que el consumo de energía y la inversión son menores que en otros procesos.
Actualmente, la instalación de esta planta se convierte en un hito importante para nuestra historia, una muestra de la experiencia adquirida, la innovación tecnológica, la calidad y el know-how que hemos desarrollado durante 30 años. Un logro que se suma a un recorrido incomparable que posiciona a Tecnoaguas como líder en grandes proyectos de ingeniería sanitaria y ambiental en el ámbito nacional, y particularmente, de ósmosis inversa.
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